Bienvenidos y bienvenidas...



Como tantos y tantos otros, este quiere ser un espacio de comunicación, de libertad en el respeto y de enriquecimiento...

Espero que en tu camino encuentres aqui algo de interés, que puedas volver y en cualquier caso, que tras tu marcha,
tengas un buen viaje.

Siempre agradeceré que, a tu paso, dejes tu opinión, tu comentario, no importa si favorable o contrario, pués así sabré que no hablo solo y que espero, además, respuesta.

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lunes, 20 de diciembre de 2010

Más que desasosiego...

Hola a todos...


Foto del autor: Cuantos buenos momentos habrá
proporcionado un fuego alrededor del cual compartir...

Es en realidad, hora de acostarse y no de meterme con vuestra paciencia y aguante... Es de esas noches en que pese al poco o mucho cansancio, y en contra de la llamada del sueño, apetece aliarse con las sombras y el silencio de la noche para, ¿como definirlo?, intentar, o al menos desear crear  un rincón acogedor (o sólo estar en él)... Un lugar preparado para el deleite de la tertulia, del intercambio, ya sea a través de la palabra, de la música -como hace unos momentos compartida a través de la red-, o si es el caso, de la caricia o el beso... de dejar vagar la mente en ensoñaciones, de lanzar la mirada a través del fuego...

Es uno de esos días en que una acumulación de estímulos alimenta la inquietud y esta, al producirse en una mala época, hace que afloren, -con facilidad y a menudo-, sentimientos y sensaciones que, a quién esté en otra situación y con otros afanes, no podrá facilmente compartir.

Aún así, este blog, este espacio, nació para ello, para compartir abiertamente y dar y obtener respeto a cada comentario, a cada artículo o a cada entrada... Sería facil crear, con la herramientas actuales, un blog entretenido y ameno, copiando y pegando cosas divertidas y asombrosas y que a casi todos gustaría ver de vez en cuando y que provocaran el comentario fácil... pero no era esa la intención...

Me estoy yendo por los cerros de Úbeda, así que al respecto sólo añadiremos que, con escaso éxito, lo que se me antojó era crear este espacio para exponer ideas, experiencias, críticas o pensamientos, para contar cosas que pasan por ahí o que me pasan o me pasaron a mi, y que cada cual, según su talante y ganas, contestara  aportando algo a los temas que de su gusto fueran o con los que se identificara...

Y hoy, que era el tema con el que inicié la entrada, me apetecia contaros -(y a la vez, desahogar la presión de una mente que no está tranquila)- que de nuevo al acabar la jornada, unas pocas o unas muchas cosas se suman para no tener ganas de dormir y sí de comunicar y compartir ese algo más que desasosiego...

Esta semana tuve una cena de encuentro con los antiguos compañeros y aún amigos, y revivimos recuerdos y anécdotas, nos contamos someramente como nos va y reímos de las cosas de las que siempre nos reímos... y como siempre, creo que valoramos la convivencia y el esfuerzo común que compartimos, y nos sentimos, -así de nuevo-, aún unidos... No sé si doy por bueno aquello de que "cualquier tiempo pasado fué mejor" pero ciertamente, hubo cosas muy válidas.

Hoy, dando una vuelta, el cielo me regaló de nuevo una bonita puesta de sol, cosa que no es muy original ni valiosa porqué cada dia hay una, pero ya me váis conociendo y sabéis que yo babeo con facilidad ante el espectáculo de la naturaleza y de su grandeza y esplendor...

Foto del autor: Con la prontitud del invierno, el día acaba en fuego y colores puros...

Ví una serie por televisión, donde dentro del argumento, como una historia menor dentro de la trama, alguien pedía ayuda a otro de los personajes... Éste, pese a toda su atención y buena voluntad y aún viendo llegar el dramático desenlace, no puede hacer nada para evitarlo y es testigo de un mal final...

Una bonita balada de ópera me recordó un tiempo en que, al llegar a casa, se produjo un bello encuentro, y en la penumbra y envueltos de esa música, un abrazo parecía abarcar su cuerpo y con él, el mundo entero... La calma era total, la noche discurrió tan bién como era de desear y no nos cansamos ni de la música ni de nuestro contacto... No la he vuelto a ver, y de echo, ya no lo deseo...

A mil kilómetros de aquí, buenos amigos dedican su tiempo a intentar seguir dando sentido al esfuerzo de nuestra asociación de ayuda humanitaria, que no pasa por sus mejores momentos... Los conozco y sé que entre risas y copas se han quemado los ojos y los codos buscando caminos y soluciones... Yo no pude estar porque debo dosificar los escasos recursos con los que ahora me desenvuelvo, sabiendo no obstante que derrocharé en cosas menos importantes.... Ni somos ni pretendemos ser tan buenos, pero también ahí estan las inquietudes, las cosas que te queman...

Podría seguir aburriendoos con detalles, pero la reflexión de hoy, -quizás tan solo la queja de hoy debiera decir-, es que a medida que estas cosas te llegan, desde la mas nimia a la mas importante, se van acumulando en la consciencia y van abriendo caminos en el ánimo...

¿Cual debe ser el camino, la enseñanza o el proceso que nos permita, de la mejor manera, absorber todas las experiencias, sucesos, vivencias? ¿Porqué la mayor parte de nuestra vida vamos acumulando todo eso y no nos provoca sensación alguna, y otras veces parece que, tras esas vivencias, grandes o pequeñas, falta algo por hacer?

Puede ser tan solo el momento, el orden en que se den o las circunstancias que envuelven el todo de lo que nos ocurre, pero creo a veces que la mayoría, en algún momento, sentimos crecer un ansia de cambio, de que algo nos falta o sobra y no sé si lo achacamos a las pequeñas cosas, como las que os describía y acertamos, o si es falso y en realidad, de vez en cuando, emerge un sentimiento que en realidad es constante y que nos pide vivir de otra manera... Creo que existe un gran grupo de gentes inconformes y, como ya en algunas ocasiones, de las tonterías que pasan a diario, -del tipo que os contaba-, surge un concepto... Inadaptación...

Yo ando buscando un cambio.

Y llegue o no, os deseo la mejor de las noches....